Construcción y arquitectura de Chichén Itzá
Los primeros edificios de Chichén Itzá siguen los estilos mayas clásicos, con pirámides escalonadas, plataformas ceremoniales y plazas sencillas, diseñadas para rituales y reuniones comunitarias.
Hacia el apogeo de la ciudad, las influencias toltecas se hicieron prominentes, visibles en detalladas tallas de piedra, motivos de serpientes emplumadas y el imponente Templo de los Guerreros. El Templo de Kukulkán (El Castillo) ejemplificaba la precisión matemática y astronómica, alineándose perfectamente con acontecimientos solares como el equinoccio, cuando las sombras forman la ilusión de una serpiente descendiendo por la pirámide.
Los grandes campos de pelota, como el Gran Campo de Pelota, presentan muros intrincadamente tallados que narran mitos, honran a los dioses y exhiben el poder de la élite de la ciudad.